domingo, 18 de enero de 2015

UNA NAVIDAD PARA NO OLVIDAR


"Nunca he creído en la navidad, ni en Papá Noel, ni en los regalos, ni me gustaban los adornos. Solo me gustaba esa época, porque había vacaciones y podía ir a patinar sobre hielo. Hoy tengo 35 años y aun no se si aquella noche fue real o fue solo un sueño.
Aquella navidad fue especial desde el principio. Mis notas estupendas, hicimos una bonita fiesta de fin de curso y vinieron toda mi familia de Madrid y de Barcelona. Celebramos la Nochebuena en casa de mis abuelos todos reunidos. Mi hermana siempre le pedía algún regalo Papá Noel y yo le pedí lo más deseado un perrito, aunque ya sabía que era imposible. Después de la cena nos fuimos a casa y me acosté con un buen presentimiento. Serian las …….5 de la mañana cuando tuve ganas de ir al baño. Cuando me  cruce en el pasillo con un hombre vestido de rojo y muy gordo. Al principio me asuste, pero pronto le reconocí.
Su voz era muy dulce y me invitó a dar un paseo en su trineo, viajamos por encima  de todas las casas de mis amigos. Vi a Alba dormida, me metí en el sueño de Nerea donde había un sinsajo. En el de Daniel que estaba soñando con ser un explorador famoso y en el de mi hermana que había unicornios rosas.
Aquel viejo se despidió de mi dándome un pequeño cascabel, y de repente aparecí en mi cama sin recordar apenas nada, volví a dormirme y al despertar un cachorro me esperaba en el salón, el mismo perro que años después me salvó la vida en un accidente de coche .
ESTA NAVIDAD NUNCA LA OLVIDARÉ"

Belén Barranco

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